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lunes, 11 de marzo de 2019

Músico terapia para niños/as con discapacidad


La musicoterapia se está volviendo más y más popular entre as familias que buscan encontrar  formas nuevas y divertidas para sus hijos a aprender y crecer.

Las sesiones de musicoterapia son muy estructuradas, puesto que cuanto más lo son más ayudamos al niño a sentirse cómodo en un ambiente previsible y conocido para él. Por esto, en musicoterapia infantil son muy importantes las canciones de bienvenida, que son canciones sencillas que incluyen un saludo personalizado con el nombre del pequeño. Estas canciones son más o menos simples según el grado de desarrollo lingüístico e intelectual del niño.

 Después, se van realizando las diferentes actividades planteadas según los objetivos. Algunos ejemplos de actividades son:
Cantar: las canciones son una fuente de aprendizaje de vocabulario, y les ayuda a trabajar la correcta estructura de las palabras y las frases. Una canción adecuada para cada actividad dependerá del objetivo a conseguir, la edad y la capacidad del niño.

 Audición musical: fomenta principalmente la atención, el reconocimiento de sonidos, y puede servir para conseguir momentos de relajación durante la sesión.
Juegos musicales: son todas aquellas actividades que tienen como protagonista un instrumento o una acción musical, que está regidas por unas normas que se deben cumplir, y que tienen un objetivo a conseguir.

Improvisación vocal e instrumental: permite un ambiente flexible en que el niño es libre de tocar o cantar lo que quiere, siempre dentro de unos límites. Este espacio es muy importante para los niños acostumbrados a un ambiente de aprendizaje muy rígido, y fomenta la expresión espontánea y la creatividad.
Composición de canciones: fomenta la creatividad y la imaginación. El niño puede componer una canción cambiando la letra de una canción conocida o inventando una nueva melodía.

Viajes musicales: con ayuda de una audición, guiamos la imaginación del niño hacia otro lugar, como si lo metiéramos dentro de un cuento en el que él es el protagonista y pasan cosas increíbles.
Tocar instrumentos: la habilidad necesaria para tocar un instrumento implica un desarrollo de ciertas funciones motrices que pueden ser un objetivo en sí mismo. Pero también tocar en grupo o junto con el musicoterapeuta implica trabajar la relación con el otro, la espera de los turnos, la escucha del otro o la coordinación con éste.

La musicoterapia, pues, es una herramienta de gran utilidad para los profesionales que se dedican a la atención precoz, que encontrarán en las actividades musicales un recurso divertido para los niños que presentan dificultades en su desarrollo.




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