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martes, 9 de abril de 2019

¿Cómo podemos trabajar la música en el aula?

Como ya hemos dicho en anteriores entradas del Blog, la educación musical es un aspecto muy importante a la hora de desarrollar el curriculum en un aula de infantil, dado a la multitud de beneficios que aporta a los niños y niñas y los diversos enfoques por los que podemos tratarla. Existen diversas actividades estimulantes que pueden servirmos de ayuda si queremos trabajar contenidos musicales con nuestros alumnos, las cuales nos pueden dar algunas ideas para este periodo de prácticas o para nuestra labor como futuros/as docentes. A continuación recogeré algunas de ellas:

-Danzar al ritmo de la música que produce algún instrumentos (como maracas, triángulo, claves) .De esta forma trabajaremos la psicomotricidad y el contacto con diferentes timbres e intensidades, favoreciendo así mismo la discriminación auditiva y la percepción.
-Desplazar nuestro cuerpo acorde con los instrumentos, de manera que si el ritmo es más acelerado e intenso, el niño/a deba ir corriendo y si el sonido disminuye de intensidad y se ralentiza, el niño deberá de ir cada vez mas despacio hasta quedarse quieto cuando el sonido se detenga.
-Contar cuentos motores, en los que se realicen acciones que produzcan sonido, como la lluvia (con maracas), viento (con flautas), relámpagos (con platillos),paso de un caballo (con dos cocos), etc. Considero que este es un buen recurso para trabajar el pensamiento simbólico y conseguir así que los niños imaginen situaciones que no están presentes.
-Realizar percusión corporal, ayudado de palmas, chasquidos o golpes en el suelo según indique una determinada música, desarrollando a su vez la conciencia y el esquema corporal, además del ritmo y la coordinación.
-Trabajar con musicogramas, en los que se pueda observar una serie de símbolos que indique la acción que se debe realizar en cada momento (por ejemplo ilustrar dos manos chocando para que reconozcan que ahí va una palmada.) Estos pictogramas nos servirá de gran ayuda a la hora de interpretar una melodía empleando la percusión con el propio cuerpo.
-Utilizar canciones diarias que marquen la rutina, de manera que el niño o niña sepa orientarse y establecer un orden en sus actividades rutinarias, como puede ser cantar alguna canción de buenos días al inicio de la sesión o la de formar una fila cuando queramos evitar los problemas de revuelo que esta conlleva.
-Realizar talleres de fabricación de instrumentos para así suplir las carencias de material en las aulas. De esta forma no solo estamos desplegando nuestra imaginación y nuestra capacidad de identificar las partes de las que disponen cada instrumento, si no que también nos ayuda a incluir recursos tan necesarios y a la vez tan escasos en un aula de niños pequeños.
-Emplear la música para las emociones, recurriendo a ella cuando queramos realizar sesiones de conexión entre compañeros ante un posible conflicto, para integrar a algún niño/a en su grupo-clase o para manejar las tensiones y el nerviosismo propios de los niños de estas edades.


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